
Se le llama huerto al Terreno de regadío de pequeña extensión destinado al cultivo de verduras, legumbres y árboles frutales. Su finalidad es suministrar alimentos a la familia a bajo costo y de manera sana. También para el intercambio entre los amigos e incluso para la venta al detal.
En la idea del huerto se sintetizan las culturas mediterráneas del norte y del sur. Pero recordemos que no sólo cerca del mediterráneo se practicó la agricultura a pequeña escala, prácticamente en todos los continentes, sus primeros habitantes garantizaron su alimentación cultivando en pequeñas extensiones de terreno. Cuando se habla de huerto se piensa en una sola familia, pero no siempre fue así. Porque no siempre la familia estuvo formada exclusivamente por papá, mamá e hijos.
¿Huerta y huerto, es lo mismo?
Cuando se habla de huerto se está hablando de pequeñas extensiones de terrenos dedicadas al cultivo y cuando se habla de huerta se está haciendo referencia a extensiones de mayor tamaño.
Algo de historia de la horticultura
La horticultura y el cultivo de arroz se practicaban en china, al menos desde el siglo VI antes de nuestra era.
En la India existen textos védicos como el famoso Vrisksha Ayurveda que describen prácticas ancestrales en agricultura y horticultura, lo cual hace pensar que en la India, la horticultura data de los siglos III y IV antes de nuestra era.
La cuenca del Mediterráneo generó una forma particular de agricultura basada en el trigo, el olivo, la uva, el dátil, los higos, los cítricos y la granada, varios siglos antes de nuestra era.
En Europa occidental, se pasó del régimen cerealero medieval al carnívoro del siglo XVIII, combinando entonces, la ganadería y la agricultura. El modelo de agricultura propuesta por san Francisco de Asís (1182-1226), y san Juan de la Cruz (1542-1591), de huertos pequeños manejados por familias y grupos de amigos, no logró consolidarse como la base dominante de fuente de alimentos, quedando como expresión de economía campesina menor pero en la actualidad viene creciendo como alternativa, de una agricultura amable con el ambiente, saludable y barata.
La horticultura precolombina, de la cual son ejemplo clásicos, México, parte de Centro América y los Andes (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia principalmente), datan, los más antiguos de 10.000 años antes del presente, encontrándose a la papa, la quinua, el maíz, la batata, el maní, la achira, los frijoles, la canavalia, la yuca y la arracacha, como parte fundamental de la agricultura y de la dieta de los primeros habitantes de lo que hoy se conoce como América.
Tipos de huerto
- Huerto familiar: se trata del huerto atendido por la familia dentro del espacio de la casa (en el jardín, el patio, espacios libres disponibles).
- Huerto urbano: son los huertos que se realizan dentro del perímetro de la ciudad. Pueden ser atendidos por una familia como por grupos de familias en espacios comunes y son ejemplo de organización comunitaria en las ciudades.
- Huerto escolar: es el que se realiza dentro de las instituciones educativas y suele contar con la participación y apoyo de toda la comunidad escolar (estudiantes, docentes, padres, representantes y vecinos), y ocasionalmente de algunas instituciones públicas y privadas.
- Huerto ecológico: es el huerto que se realiza atendiendo a los criterios ecológicos, es decir, aplicando técnicas y tecnologías respetuosas del medio ambiente, de los ciclos biológicos, rechazando los agrotóxicos y demás técnicas y tecnologías agresivas con el ambiente. Cada día viene ganando espacios en el mundo entero, desde los más modestos esfuerzos individuales hasta grandes áreas de territorio.
Los espacios o lugares donde sembrar
Para realizar un huerto en nuestras casas debemos atender a nuestras necesidades y posibilidades concretas y aquí el espacio físico cuenta mucho.
Se puede sembrar directamente en la tierra, en mesas de cultivos, en masetas, en tubos de pvc (plásticos de los que se usan para las aguas servidas), distintos envases reutilizables de distintos tamaños y orígenes (siempre y cuando no estén contaminados). En este escrito sólo haremos referencia al huerto realizado directamente en la tierra.
Periodicidad de siembra
Cuando queremos contar con productos del huerto permanentemente, debemos planificar ciclos de cultivo, por ejemplo:
- Semanal: rábano, cilantro, repollo, lechuga.
- Cada 3 semanas: cebolla, pepino, frijol, maíz, zanahoria.
- Cada 6 semanas: tomate, pimentón, berenjena.
Cada quien tiene que realizar su planificación de ciclos partiendo de sus necesidades, posibilidades y circunstancias. No es lo mismo planificar para la zona del Mediterráneo que para el norte de Europa o para las zonas tropicales.
Ubicación
La mayoría de las plantas del huerto requieren sol directo para desarrollarse de manera óptima. Otras prefieren contar con algo de sombra durante algunas horas al día. En nuestra planificación nos podía ser útil, la elaboración de un plano de nuestro terreno para distribuir las distintas hortalizas de acuerdo a sus necesidades de sol.
Por ejemplo:
Requieren sol directo:
Ajo, alcachofa, brócoli, calabacín, cebolla, fresa, leguminosas, pepino, tomate, pimentón, perejil.
Sombra parcial:
Escarola, papa, ajo porro (puerro), berenjena.
Sombra:
Acelga, apio, col, coliflor, espinaca, lechuga, rábano.
La tierra (el suelo)
Debemos procurar que el suelo donde vamos a sembrar esté suelto, esponjoso y aireado, con buena capacidad de retención de humedad y con una buena disposición de nutrientes para nuestras hortalizas.
Cuando vayamos a preparar el suelo, se nos pueden presentar dos problemas:
- Que el suelo contenga poca materia orgánica o
- Que el suelo esté muy duro, compactado.
O podrían presentarse ambas circunstancias.
No hay problema. Lo que debemos hacer es agregar abono orgánico y cuando lo estemos agregando vamos ir aireando el suelo y haciéndolo más suelto y esponjoso, lo que los técnicos llaman mejorar la textura del suelo.
¿Cómo lo haremos?
Agregando compost (abono orgánico) al suelo, a razón de 10 litros por metro cuadrado y mezclarlo en los primeros 20 cm de suelo. Emparejamos (nivelamos), el terreno y agregamos uniformemente otra capa de compost de otros 20 litros por metro cuadrado. En gran parte esto dependerá de las características del suelo de tu jardín. Estas son ideas, no camisas de fuerza. La práctica te irá diciendo como hacer en cada caso. El esfuerzo siempre nos deja algo.
Tipos de abono
- Compost: es el producto de la descomposición aeróbica de restos animales y vegetales, el cual aporta condiciones y nutrientes apropiados al suelo que estarán disponibles para nuestras hortalizas.
- Humus de lombriz (lombricompost): similar al compost pero la compostación la realizan las lombrices. Es uno de los mejores abonos orgánicos con los que podamos contar.
- Estiércoles: de caballo, de gallina, de bovinos, de caprinos, de ovinos, etc. Todos muy útiles, con la condición de que ya estén bien compostados porque podrían “quemar” nuestras hortalizas porque cuando se comienzan a descomponer, alcanzan altas temperaturas, las cuales son dañinas para los cultivos.
- Otros: hay una amplia cantidad de posibilidades y combinación de abonos que se pueden adquirir o producir en casa como el humus líquido de lombriz y otros abonos orgánicos foliares, fermentados de abonos de origen animal, etc.
Tipos de siembra:
- Siembra directa: es cuando se siembran las semillas directamente en el suelo, en el sitio definitivo. Es el caso del pepino, calabacín, cilantro, maíz, leguminosas, melón, sandía, calabaza.
- Siembra indirecta: es cuando se usan semilleros para iniciar el proceso de cultivo y después, transcurrido cierto tiempo se trasplantan las pequeñas plantas a su sitio definitivo. Es el caso del tomate, pimiento (pimentón), ají, berenjena, cebolla, repollo, lechuga. Hay lugares especializados donde venden las plántulas (planteles), donde podemos acudir a comprarlas para sembrar en nuestro huerto.
Sistemas de riego
Un elemento importante que aprender a administrar, es el recurso agua. Esto es vital. Aprender a regar nuestro huerto. No requerirá la misma cantidad de agua una planta que acabamos de trasplantar que una que esté en pleno desarrollo o esté en su época de floración (por cierto, considerada esta, como una etapa crítica en el riego, donde no puede escatimarse el uso del recurso). Lo mismo podemos pensar con respecto a las distintas épocas del año, con sus diferentes temperaturas, regímenes de lluvia, radiación solar, las diferentes texturas de suelo, los requerimientos de los distintos cultivos ( de hojas, de frutos, aromáticas, tubérculos, de flores, etc.). La observación de las plantas del huerto es un punto clave en este asunto. Poco a poco iremos aprendiendo a leer el lenguaje de las hojas y del resto de la planta.
Podemos clasificar los sistemas de riego en 4 sistemas:
- Por gravedad: actualmente se usa poco porque es muy oneroso en cuanto al recurso agua. Se gasta demasiado. Es cuando sembramos en surcos, camellones y para regar dejamos correr una buena cantidad de agua a lo largo de cada surco hasta que toque la base del tallo de cada planta.
- Por aspersión: se usa muy poco en la actualidad pero más que el anterior. Es el sistema que se usa para regar la grama (el césped) en las plazas públicas y en algunos jardines. Se trata de una especie de lluvia que le hacemos caer a las plantas a través del uso de la manguera que terminan en unos aspersores que provocan una especie de atomización del agua.
- Con regadera: que puede ser con la manguera que llevamos directamente nosotros para dirigir los chorros de agua hacia nuestras plantas, usando unos picos especiales que hacen efectos parecidos a la aspersión del punto anterior o simplemente apretando con un dedo la salida del agua de la manguera. También existen unos recipientes que tienen un pico alargado por donde sale el agua. En el punto de salida lleva adicionado una especie de tapa con muchos agujeros por donde sale el agua en forma de lluvia.
- Por goteo: es el más ahorrador de agua de todos los sistemas. Permite que a cada planta le llegue su dosis del líquido a través de goteros dosificadores. Hay una variable de este sistema. Es súper artesanal y barato. Consigues envases de refresco y otras bebidas, preferible de un litro en adelante, le abres un agujero pequeño por debajo, por donde puedan gotear (salir el agua en gotas, no en chorritos), y lo cuelgas, soportado en alguna estructura (palo, tubo, alambres, etc.), sobre cada planta y así se mantendrá mojada el área correspondiente a cada planta. sólo tendrás que estar pendiente de volver a llenar cada envase cada vez que se acabe el agua.
Rotación de cultivos y asociación de plantas.
Cuando planifiquemos la distribución del espacio de nuestro huerto debemos considerar algunos asuntos como necesidades nutritivas, de luz solar, de espacio, de desarrollo de las raíces, el tipo de plagas y enfermedades que suelen atacarlas y la compatibilidad entre las distintas familias de plantas.
En dirección a estos temas se aplica la rotación de cultivos y la asociación de plantas.
Además de las distancias de siembra de cada cultivo (hortaliza en este caso), es ventajoso conocer que no todos los tipos de hortalizas se pueden sembrar unas al lado de otras. Algunas no se ligan bien entre sí.

Podemos dividir nuestro terreno en lotes que llamaremos bancales
Cada lote se convierte en bancal, cuando está labrado a una buena profundidad y no lo volvemos a pisar. Vamos a dar un ejemplo (no es una camisa de fuerza), podemos dividir el huerto en cuatro bancales y los dividimos por familias botánicas. ¿Cómo es eso de familias botánicas? No te preocupes, sigue leyendo:
- Bancal uno:
-
solanáceas:
- Tomate
- Pimentón (pimiento)
- Papa (patata)
- Berenjena
-
solanáceas:
- Bancal dos:
-
Amarilidáceas:
- Cebolla
- Ajo
- Ajo porro (puerro)
- Umbelíferas
- Apio
- Perejil
- Zanahoria
-
Amarilidáceas:
- Bancal tres:
-
Compuestas:
- Lechugas
- Escarolas
-
Cucurbitáceas:
- Pepino
- Calabaza
- Melón
- Calabacín
- Sandía (patilla)
-
Quenopodiáceas:
- Acelga
- Espinaca
- Remolacha
-
Compuestas:
- Bancal cuatro:
-
Crucíferas:
- Brócoli
- Coles
- Coliflor
- Rábano
-
Leguminosas:
- Habas
- Judías
- Guisantes
-
Crucíferas:
No quiere decir que tienes que sembrar todas las hortalizas de cada familia en cada bancal. Se indican las hortalizas de cada familia para que las identifiques y sepas como distribuirlas en los bancales en el caso que dispongas de espacio, semilla y sea de tu gusto. Por ejemplo si siembras sandía (patilla), quizás no puedas sembrar otra cosa en ese mismo bancal porque la planta puede llegar a medir hasta cuatro metros y sus frutos pueden llegar a pesar hasta más de 3 kg. Pero la referimos para que te ubiques de que es una cucurbitácea, familia (primita) del pepino y el calabacín, mucho menos exigente de espacio.
Al tener los cuatro bancales del ejemplo, puedes irlos rotando de acuerdo como se presenta en el siguiente cuadro:
Bancal uno | Bancal dos | Bancal tres | Bancal cuatro | |
Año 1 | Solanáceas | Amarilidáceas Umbelíferas | Quenopodiáceas | Crucíferas Leguminosas |
Año 2 | Crucíferas Leguminosas | Solanáceas | Amarilidáceas Umbelíferas | Quenopodiáceas |
Año 3 | Quenopodiáceas | Crucíferas Leguminosas | Solanáceas | Amarilidáceas Umbelíferas |
Año 4 | Amarilidáceas Umbelíferas | Quenopodiáceas | Crucíferas Leguminosas | Solanáceas |
También es bueno tener en el terreno algún bancal intercalado con plantas aromáticas, sirven como repelente de insectos. O sembrar algunas maticas de estas, dispersas en los bordes de los bancales. Tienes que ir probando y observar bien como resultan las combinaciones.
Tips de interés
- Las hortalizas de hojas son fáciles de cultivar y de crecimiento rápido.
- Los tomates y los pepinos requieren tutor.
- No mezclar en el mismo bancal pimientos dulces con los picantes (ajíes dulces y picantes).
- Trata de mantener siempre en tu huerto plantas aromáticas.
- Para algunas hortalizas, puedes obtener las semillas directamente, sacándolas del fruto, dejándolas secar a la sombra unos cinco días y cuando estén bien secas guardarlas en un frasco de vidrio con tapa en un lugar fresco y oscuro. Identificar bien cada frasco con el nombre de la semilla y la fecha.