Si eres un apasionado de la jardinería, quizás ya conoces los beneficios del jabón potásico, ideal para controlar diferentes plagas que atacan tus plantas, como las molestas moscas, pulgones, babosas, etc.
Aquí vamos a contarte todo lo que debes conocer sobre el jabón potásico, un producto tan versátil, polivalente y de uso muy extendido.
¿Qué es el jabón potásico?
Considerado un quitamanchas, se emplea para eliminar ese manchón difícil y feo sin deteriorar los tejidos. Sin embargo, es muy recomendado como insecticida, previniendo y eliminando si es el caso las plagas habituales del jardín, respetando el medio ambiente.
Su acción jabonosa debilita las membranas celulares de los tejidos externos de los insectos, esto afecta la permeabilidad externa e impacta en el ciclo de vida del animal.
Es ideal para la agricultura ecológica, que se centra en el cultivo de la tierra, teniendo como norma la protección y el respeto por el ecosistema, ya que no contiene compuestos tóxicos y por lo tanto no influye en la certificación del producto bio.
Es un jabón biodegradable e inofensivo, indicado para combatir plagas sin desencadenar efectos adversos al medio ambiente o al cuerpo, siendo además una fuente no primaria de potasio para las especies vegetales.
Composición
La composición del jabón de potasio incluye tres elementos fundamentales: agua, lípidos e hidróxido de potasio.
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Cuando combinas los lípidos con el hidróxido de potasio ocurre una reacción química que se mezcla con agua y se obtiene un jabón de potasio líquido, compuesto que no afecta los tejidos vegetales y que además se degrada con rapidez convirtiéndose en fertilizante para las plantas.
¿Para qué sirve el jabón potásico?
Es un biocida no sistémico, es decir, no entra en la planta y se biodegrada con rapidez, por lo que no es necesario lavar la cosecha o tener un margen de tiempo de seguridad. Sirve en diferentes casos, como por ejemplo:
1- Previene y combate las plagas comunes en las plantas: pulgón, mosca blanca, cochinilla, araña roja y trips, etc. Generalmente es apto para todas las plantas.
2- Es útil para combatir el hongo audaz, conocido como negrilla o fumagina, una especie de polvo negro que cubre el follaje y se extiende en los residuos de melaza que liberan ciertos insectos.
3- Elimina los ácaros, por lo que es ideal para librarse de plagas como la araña roja.
4- Este jabón tiene la propiedad de ser un buen humectante para otros productos, ya que actúa como un potenciador de la absorción de fertilizantes, insecticidas o fungicidas compatibles, haciendo que estos sean más efectivos en tus plantas.
Aplicación
En el mercado puedes encontrar productos a base de jabón potásico de alta calidad que están listos para usar, evitando el trabajo de su preparación. Sin embargo, también puedes hacerlo tu mismo con los siguientes ingredientes:
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- 250 ml de agua.
- 100 gramos de hidróxido de potasio o potasio de 85% de pureza.
- 50 ml de aceite de girasol.
En un recipiente de vidrio se mezcla el hidróxido de potasio en el agua. Una vez disuelto, se añade el aceite de girasol poco a poco, removiendo continuamente. Podrás notar que comienza el proceso de transformación del triglicérido en jabón o saponificación.
La mezcla se coloca en un baño de María y se continúa revolviendo con lentitud, durante una hora aproximadamente.
Cuando este jabón se solidifica es el producto que se diluye en agua para rociar sobre las plantas. La mezcla se compone de 20 gramos de jabón sólido en un litro de agua destilada, que debe agitarse muy bien hasta obtener un líquido lo más homogéneo posible, que está listo para usar.
La mezcla debe colocarse en un equipo de pulverización y fumigación con una boquilla fina, que facilitará la aplicación correcta y eficaz del jabón potásico.
Es necesario rociar a fondo la planta, siempre humedeciendo con cuidado y haciendo énfasis en la parte inferior de las hojas, lugar donde suelen acumularse las plagas que atacan a la planta.
El jabón potásico y el aceite de Neem
El jabón potásico es efectivo para limpiar las plantas de estas molestas plagas por sí solo, pero en combinación con aceite de neem se logrará un mejor efecto.
Este jabón a base de potasio tiene la capacidad para disolver las sustancias grasas en el agua, es por eso que actúa por contacto sobre el insecto.
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Salix alba: características, cuidados, usos y másLimpia las hojas y tallos cuando se rocía directamente, permitiendo además sanear el espacio de cultivo, debido a esto funciona tanto como sistema preventivo, como de control de plagas.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que para ciertas plagas es mucho más efectivo si ayudamos con un producto anti-plagas más específico, siendo muy recomendable usarlo en combinación con aceite de neem para algunos insectos o ácaros.
El aceite de neem proviene del fruto de las semillas del árbol de nimbo de la India y suele considerarse un fitosanitario natural. Es decir, un producto no químico que combate algunos agentes que pueden causar enfermedades a las plantas.
Estas sustancias presentes en el neem influyen en el organismo del insecto, anulando el funcionamiento de sus hormonas y enviando mensajes errados que los inducen a dejar de llevar a cabo las funciones básicas, por ejemplo, reproducirse, comer, volar, etc.
Por lo tanto, la población de insectos comienza a disminuir, hasta desaparecer totalmente. Es importante aclarar que la eficacia del aceite de neem varía de acuerdo al tipo de insecto, pues actúa diferente en cada uno.
El aceite de neem es un gran complemento del jabón de potasio y se utiliza de la siguiente manera:
- Pocos insectos: un litro de agua, tres mililitros de jabón potásico y tres mililitros de aceite de neem.
- Muchos insectos: un litro de agua, cinco mililitros de jabón potásico y cinco mililitros de aceite neem.
Se mezclan muy bien los ingredientes y se pulveriza sobre las plantas. En caso de existir algún hongo, por ejemplo, la roya, se recomienda añadir dos gramos de bicarbonato por cada litro de mezcla.
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Es muy importante tener en cuenta ciertas recomendaciones al manipular el jabón potásico ya que puede causar irritación:
- Emplear guantes y gafas protectoras, así preservamos la piel y las mucosas.
- Evitar en lo posible las salpicaduras, pero si ocurren, debes colocar en la piel un poco de vinagre para el ardor y en caso de afectar los ojos, es necesario lavarse con abundante agua y acudir a un centro hospitalario.
- Respeta las medidas y cantidades, pues si la mezcla no se elabora correctamente puede perjudicar sus plantas.